Cementerio
HORARIO DEL CEMENTERIO PARROQUIAL ESPECIAL FESTIVIDAD DE LOS SANTOS:
FESTIVIDAD DE LOS SANTOS
Cementerio abierto del 22 de octubre al 2 de noviembre de 9:00 a 18:00 horas ininterrumpidamente.
Día 1 de noviembre: Solemnidad de todos los santos. Misas en la parroquia a las 9.00, 11.00, 13.00 y 19.30 h. En el cementerio, oración por los difuntos a las 17 h. Abierto de 9 a 18 horas.
Día 2 de noviembre: Conmemoración de todos los fieles difuntos. Misas en la parroquia a las 12 y 19.30 h. Responso en el cementerio a las 13 h. Abierto de 9 a 18 horas.
HORARIO DEL CEMENTERIO PARROQUIAL:
De martes a domingo de 8:00 h. a 14:00 h.
Lunes: cerrado por descanso del personal.
HORARIO OFICINA DEL CEMENTERIO:
De lunes a viernes de 9:00 h. a 13:30 h.
Si necesita ponerse en contacto con nosotros, para solicitar un servicio, puede hacerlo en los siguientes teléfonos:
- Oficina del cementerio: 660 738 031 y 91 776 76 32
- Juan Manuel Martínez: 656 979 964
- Juan Carlos: 656 979 963
ERMITA DE LA SOLEDAD
La Ermita de la Soledad, se construyó a finales de 1680 y contenía una imagen de nuestra Señora de La Soledad, que se llevaba en procesión a la Iglesia durante la Semana Santa. Ésta imagen, naturalmente, fue destruida en 1936. Al final de la guerra se sustituye por otra construida en Valencia.
La Ermita se ha ido deteriorando hasta casi destruirse, La asociación Vicus Albus, con mas buena voluntad que medios, consiguió mantenerla en pie en el año 1984.
Cuando en el año 2002, la familia Borondo, propietaria en ese momento de la Ermita, la dona a la Iglesia, se realiza una ampliación del cementerio con el fin de incorporarla al mismo y poder garantizar su conservación y se procede a su restauración con arreglo a su construcción original.
SERVICIO RELIGIOSO – CEMENTERIO
Tanto los sacerdotes de la parroquia Santa María La Antigua, como un equipo de seglares, especialmente preparados y habilitados por la parroquia, se encargan de rezar el responso y atender espiritualmente a los familiares.
Hay que solicitarlo al realizar la petición de inhumación para asegurar la presencia de los mismos en el cementerio.
MARMOLISTA
En este Cementerio, tenemos elegido un marmolista. Se trata de la cooperativa Nuestra Señora de la Concepción; naturalmente lo hemos escogido por la calidad de sus trabajos que unidos a unos precios competitivos, nos hace recomendarlo.
El representante de esta Cooperativa es una persona bien conocida de todos aquellos que frecuentan el Cementerio; Se trata de Juan Manuel (Juanma) para todos los conocidos.
Su teléfono es 656 979 964, y el sus oficinas situadas frente al Cementerio de Carabanchel Bajo es el 91 461 56 32 La Fábrica la tienen en Navalcarnero
HORARIOS | TODO EL AÑO |
VISITAS AL CEMENTERIO
C/San Cipriano, s/n Tel: 91 776 52 67 |
Martes a domingo: 8 a 14h Lunes: cerrado |
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OFICINA DEL CEMENTERIO
C/ Rastro, 6 Local Tel: 91 776 76 32 |
MAÑANAS: De lunes a viernes de de 9 a 13:30
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COMUNICACIONES
METRO: Linea 9 Parada San Cipriano
AUTOBUSES: 4, 71, 106, E3 con parada al lado del cementerio y 130 con parada a 500 metros.
MAPA: https://goo.gl/maps/ku5jNX1DyFnsHJ148
Fue Carlos III por Cédula de 3 de Abril de 1787, quien prohíbe los enterramientos en las Iglesias, estableciendo el uso de cementerios al aire libre (ventilados). A pesar de las indulgencias que se establecen, el pueblo no aprueba la ley y sigue queriendo enterrarse en las Iglesias – y cuánto más cerca del altar, mejor – y fue necesario esperar a las epidemias que se produjeron en 1804 para obligar a tomar medidas y se proyectan cuatro camposantos municipales (uno por cada punto cardinal) en los alrededores de Madrid y finalmente por Real Decreto de cuatro de Marzo de 1808, José I prohíbe definitivamente el enterramiento en las Iglesias.
Finalmente se construyen dos cementerios, el del Sur en 1809 y el General del Norte en 1811.
Las Cofradías sacramentales, creadas en las Iglesias por orden del Papa Pío V, deciden construir pequeños cementerios. En la zona de Arapiles se crean los de General del Norte, Patriarcal, San Martín y San Ginés y San Luis. En la calle Méndez Álvaro, los de San Nicolás y San Sebastián y el General del Sur al final del Puente de Toledo al otro lado del río, así como San Isidro, San Justo y Santa María
De esta forma se llega al 1884 en que el Ministro D. Francisco Romero Robledo, ordena el cierre de todos, al final se cierran sólo cinco. Queda únicamente el de San Martín que ha continuado hasta principios del siglo XX. El resto, San Isidro, San Lorenzo, Santa María y San Justo, están en completo uso y… no parece que a medio ni largo plazo puedan cerrarse.
Hasta aquí una muy resumida historia de los cementerios de Madrid.
Como Vicálvaro queda anexionado a Madrid por Decreto de uno de Noviembre de 1950, es por lo que su cementerio pasa a ser uno más de Madrid y es uno de los motivos por los que resulta desconocido, hasta el punto de no figurar en ninguna de las publicaciones relacionadas con los cementerios.
Éste cementerio – parroquial – tiene una historia, que le hace en este momento el más antiguo de Madrid, en efecto, en el Archivo de la Iglesia de Santa María la Antigua encontramos los siguientes datos:
Se nombra por primera vez: “Don Luis Martín Vizcaíno de ochenta y tres años de edad … murió el día tres Febrero de mil ochocientos catorce y al día siguiente se le enterró en el Nuevo Campo Sto. contiguo a la Ermita de la Soledad…“ Ese mismo día hay un segundo enterramiento “ Arabaca Uceda (Digo) López de treinta años de edad…falleció el día tres de Febrero de mil ochocientos catorce y al día siguiente se la enterró en el Campo Sto. Contiguo a la Ermita de la Soledad…” Más adelante vemos.
“En veinte y siete de Octubre de mil ochocientos diez y siete se empezó la obra del cerco del Campo Sto. ventilado de este lugar a expensas de los caudales de la Fábrica de esta Iglesia por el oficial de Albañil de Madrid, Lorenzo de la Cruz, y se concluyó en catorce de Diciembre. de otro año”. Como se ve pasan tres años hasta que se construye el primer cerramiento del cementerio.
El Cementerio Parroquial de Santa María la Antigua, que ya hemos visto que se tiene constancia del primer enterramiento en 1814 y que es contiguo a la Ermita de la Soledad nos demuestra que es el más antiguo de los en servicio en Madrid.
Se trata de un cementerio pequeño, con un censo de 2000 sepulturas y que naturalmente ha tenido varias ampliaciones hasta llegar a su tamaño actual y que como es lógico, en estos momentos está informatizado y dónde estamos orgullosos de haber conseguido obtener la identidad de aproximadamente el 95 % de todas las personas inhumadas en él.
Por su proximidad a Madrid y al cementerio de La Almudena fue punto de llegada de algunos cientos de los fusilados en 1936, en las tapias de La Almudena que daban al término municipal de Vicálvaro, que en aquel momento todavía llegaba hasta el cementerio, a las Ventas del Espíritu Santo y a Ciudad Lineal. En 1940 se procede a la identificación de los cadáveres, y se abren unos fosos para poderlos inhumar de la mejor forma posible y en ese momento se hace una parcela de losas que lo cubre todo, grabando en ellas los nombres de todos aquellos que han podido ser identificados, Se hace un altar en granito para que presida el conjunto y se instala un cartel con la inscripción “Monumento a los mártires de Vicálvaro”.
Todos los años, el 1 de Noviembre se celebra en ese altar un oficio religioso por todos los inhumados en éste cementerio.
Como es natural en un cementerio de ésta antigüedad, próximo a cumplir su 2º centenario se han encontrado una gran cantidad de sepulturas abandonadas, con grandes deterioros a las que ha sido necesario abrir expediente de desahucio y siguiendo todos los trámites que marca la Ley, se han rehecho, ofreciendo en éste momento gran cantidad de sepulturas, para que el aumento de población en general y de la zona en particular, tengan posibilidad de conseguir concesiones de enterramiento.
REPRESIÓN Y GUERRA CIVIL EN VICÁLVARO
REPRESIÓN Y GUERRA CIVIL EN EL CEMENTERIO Y PUEBLO DE VICÁLVARO
Por Miguel C. Vivancos
Mucho se ha escrito sobre la represión incontrolada en ambos bandos durante la guerra civil española de 1936-1939, y no siempre con la objetividad que se exige al historiador. Sobre la represión efectuada en la España republicana contamos con abundantísima documentación, dado que los vencedores de la contienda se preocuparon desde el primer momento en recoger todos los datos a su alcance con afán propagandístico y represaliador. Pero tampoco es escasa la que afecta a la España nacional y a la inmediata posguerra. Sin embargo, los historiadores no se ponen de acuerdo a la hora de cuantificar las víctimas, tarea nada fácil para ninguno de los dos bandos y que requiere ir analizando uno por uno todos los nombres que nos salen al paso a fin de evitar contradicciones, omisiones, duplicados y otros errores, muchísimo más frecuentes de lo que habitualmente se cree. Es nuestra opinión que, en general, no se ha tenido muy en cuenta la información que nos facilitan los cementerios, desgraciadamente desaparecida en muchos casos, y en ella nos basamos fundamentalmente para estudiar el caso del madrileño pueblo de Vicálvaro.
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BEATOS DE VICÁLVARO
La guerra civil española (1936-1939) estuvo acompañada, en el llamado bando republicano, de una persecución religiosa de una intensidad tal de la que no hay paralelos en toda la historia de España. En realidad, la persecución tuvo su primer brote en la llamada revolución de Asturias, del año 1934. Sacerdotes y religiosos fueron víctima de una persecución que buscaba la aniquilación total del clero. En menor medida también las monjas y religiosas fueron asesinadas en las mismas circunstancias. Miles fueron también los seglares, hombres y mujeres, que por su sola pertenencia a la Acción Católica, a la Adoración Nocturna, a cualquier otra institución católica o, simplemente, por su sola condición de cristianos, dieron valiente testimonio del nombre de Cristo. Al elevarlos al honor de los altares, la Iglesia no busca ningún tipo de revancha ni, mucho menos, canonizar la guerra civil como una cruzada. Se trata solamente de hacer memoria de los mártires, de honrar y proponer como ejemplo e intercesores a tantos hombres y mujeres que se significaron por su valentía al confesar a Cristo.
El cementerio de Vicálvaro hubo de acoger a muchas de las víctimas de la represión que, sobre todo en los seis últimos meses del año 1936, se produjo de forma incontrolada contra todos aquellos que en Madrid eran considerados enemigos de la República. Y esto es así porque el término municipal del entonces pueblo de Vicálvaro llegaba hasta las tapias del cementerio del Este o de la Almudena, donde fueron fusiladas cientos de personas. Los que caían en el término municipal de Vicálvaro fueron traídos a enterrar al cementerio del pueblo, y ahí siguen en una gran fosa común, donde es imposible individualizar los restos.
Muy lejos de Vicálvaro, en el pueblo de Martos, de la provincia de Jaén, fue asesinada el 12 de enero de 1937 una mujer que había recibido las aguas bautismales en nuestra iglesia parroquial. Se trata de la religiosa Calasancia Victoria Valverde. Su retrato preside en nuestro templo el cuadro con el que hemos querido honrar la memoria del martirio de los que ya han sido beatificados y cuyos cuerpos se encuentran en nuestro cementerio.
El 10 de noviembre de 1936 fueron fusiladas en las tapias del cementerio del Este veintitrés religiosas Adoratrices, que habían buscado refugio en un piso de la calle Costanilla de los Ángeles. Ocho de ellas están enterradas en nuestro cementerio:
Blasa de María;
María Dolores de Jesús Crucificado;
María Dolores de la Santísima Trinidad;
Prima de Jesús;
Máxima de San José;
Purificación de María;
Sinforosa de la Sagrada Familia;
Herlinda
Fueron beatificadas en Roma por el papa Benedicto XVI el 28 de octubre de 2007.
El 21 de julio de 1936 fue asesinado en Madrid el Hermano de las Escuelas Cristianas Ireneo Jacinto (Joaquín Rodríguez Bueno), de la Escuela de Santa Susana. Fue beatificado en Tarragona el 13 de octubre de 2013, durante el pontificado del papa Francisco.
Las religiosas Adoratrices y el Hermano de la Salle siguen enterrados en nuestro cementerio. Pero también lo estuvieron, aunque luego fueron exhumados y trasladados a otros sitios, tres mártires más:
Un religioso Amigoniano, el Padre Timoteo Valero Pérez, asesinado el 17 de septiembre de 1936. Era profesor del colegio de Santa Rita en Carabanchel Bajo, y fue beatificado el 11 de marzo de 2001 por el papa Juan Pablo II. Su cadáver se halla actualmente en la basílica del Valle de los Caídos.
Dos religiosas Concepcionistas de El Pardo, hermanas de nacimiento y de religión, María Inés de San José y María del Carmen de la Purísima Concepción, beatificadas el 22 de junio de 2019 en Madrid. Sus restos se encuentran hoy en el monasterio Concepcionista de Toledo.
Beatos de Vicálvaro, presentad ante el Señor nuestras necesidades, para que todo el pueblo de Dios de este barrio sea fortalecido en la fe, la esperanza y el amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén